Reclama a la consejería que desarrolle la ley extremeña y abra los centros docentes a la comunidad
Del mismo modo que expresó públicamente su oposición a la reválida de sexto de Primaria, la Federación Regional Extremeña de Asociaciones de Madres y Padres de Alumnos (Freapa) rechaza las pruebas de evaluación fijadas por la Lomce para cuarto de Educación Secundaria Obligatoria (ESO) y segundo de Bachillerato.
«Son innecesarias, crean desigualdad y reducen el derecho de nuestros hijos a seguir estudiando, en el supuesto de que no superen la prueba», declara Joaquín León , presidente de Freapa.
Porque a diferencia de las reválidas fijadas en Primaria, ambas ya estrenadas en el sistema educativo extremeño, las de ESO y Bachillerato tienen consecuencias académicas; los alumnos tienen que superarlas para continuar en el siguiente nivel educativo, si bien, al menos la de Secundaria, no tendrá estas consecuencias en este primer curso de aplicación, porque se llevará a cabo de forma piloto.
Por este motivo, Freapa anuncia su apoyo público a la Consejería de Educación si finalmente decide recurrir ambas reválidas. «Respaldamos a la consejería en el recurso que pueda presentar y, además, no descartamos movilizaciones desde la Plataforma de la Escuela Pública», adelanta León. «Porque estas reválidas implican un alto coste económico que, a nuestro juicio, se debe destinar a medidas ampliadoras y correctoras de apoyo».
La Consejería de Educación aún no ha decidido si recurrirá o no estas reválidas. El departamento que dirige Esther Gutiérrez señala al respecto que los servicios jurídicos de la Junta siguen estudiando la posibilidad de recurrir ante el Tribunal Supremo el Real Decreto del Ministerio de Educación que regula las reválidas de ESO y Bachillerato, publicado en BOE del 30 de julio.
Lo que sí ha hecho ya la consejería es enviar una carta al ministro de Educación en funciones, Íñigo Méndez de Vigo, para solicitar la convocatoria, de manera urgente, de la Conferencia Sectorial de Educación y abrir un debate sobre el desarrollo de las citadas pruebas, donde se escuchen y se tengan en cuenta las propuestas de todas las comunidades autónomas, y pedir de nuevo la paralización del calendario de aplicación de la Lomce.
Porque, al igual que Freapa, considera una «irresponsabilidad que un Gobierno en funciones apruebe, de manera unilateral, una norma con tanta trascendencia para el alumnado y el profesorado, desoyendo una vez más las aportaciones y las quejas de las comunidades».
Extremadura rechaza la situación de indefensión en la que quedará el alumnado que no supere la reválida de ESO, que sólo podrá acceder a la Formación Profesional Básica cuando de verdad la reválida tenga consecuencias académicas, del mismo modo que el alumnado que no apruebe la de Bachillerato no podrá acceder a la universidad, sólo a ciclos formativos de grado superior.
No obstante, Educación confía en que el ministerio debata finalmente con las comunidades autónomas para acordar medidas conjuntas y no se tengan que poner en práctica estas pruebas de final de etapa.
«Es llamativo que la Lomce se desarrolle y ejecute en contra de la mayoría de la comunidad educativa y que, por ejemplo, la Ley de Dependencia, aprobada hace ahora una década, siga en pañales», argumenta por su parte Joaquín León.
Por este motivo, Freapa mantiene su respaldo a la consejería contra la Lomce. Pero más allá de esto, también reclama a Esther Gutiérrez que desarrolle la Ley de Educación de Extremadura (LEEX), de 2011. «Es cierto que parte de su articulado puede entrar en conflicto con la Lomce, una norma nacional de 2013, pero hay otros que no y consideramos necesario que se desarrollen para avanzar en el sistema educativo público», alega.
En el listado de propuestas de desarrollo que la federación ha presentado a la consejería se incluye, entre otras, que se potencie la libre elección de centro por parte de las familias, que los departamentos de orientación informen adecuadamente a los padres de las medidas extraordinarias que se adopten con sus hijos, que la gratuidad de los libros o material curricular llegue también a Infantil y a la postobligatoria, y que se impulse la formación de los padres, madres o tutores legales, «para que podamos contribuir de forma más eficaz a la corresponsabilización en la educación de nuestros hijos».
Alumnos mediadores
La federación de padres también plantea su incorporación a las mesas donde se debate el calendario escolar cada curso, un reglamento de tutorías que haga posible de verdad la conciliación entre el horario del profesorado y los padres, que todos los centros publiquen física o virtualmente la programación anual y los criterios de evaluación en todas las áreas y que las instalaciones de los centros educativos se abran a la comunidad.
«Desde las bibliotecas y pistas polideportivas hasta salas diversas para favorecer la integración del centro docente en la zona donde se encuentra y en favor de su población», explica León.
Asimismo, Freapa pide a la Consejería de Educación que se potencie la línea de mediación en la resolución de los conflictos que puedan surgir en las aulas y que se nombren mediadores en todos los centros docentes para esta labor. «Entre ellos, además, consideramos positivo que existieran ‘alumnos mediadores’, porque entre los propios chicos quizás es más fácil resolver esos conflictos», concluye el presidente de la federación.
Fuente:
http://www.hoy.es/extremadura/201609/05/federacion-padres-apoya-educacion-20160905205707.html